Todos sabemos que la Casa de Cayitas, como se conoce popularmente, albergó durante muchos años el Tribunal Comarcal de la Inquisición. El palacete fue construido en el siglo XVIII y en su fachada principal mantiene el escudo con los símbolos de su heráldica, una cruz, flanqueada por la espada y el laurel.
Pues bien, cuenta la leyenda que al caer la medianoche y cuando el silencio se adueña de los alrededores del antiguo caserón reconvertido en la actualidad en Archivo Municipal, se escuchan lamentos, a veces extremecedores, que provienen del interior, posiblemente del sótano, en el cual estaban las mazmorras del Antiguo Tribunal donde se encerraba a los condenados en espera de juicio sumarísimo y posterior traslado a Toledo, con el fin de ejecutarlos en la hoguera si la sentencia así lo dictaba.
Seguramente solo es una leyenda más, pero hay vecinos que aseguran que los han escuchado…